Un concepto importante en Fotografía
Como dice su definición en Wikipedia, La temperatura de color de una fuente de luz se define comparando su color dentro del espectro luminoso con el de la luz que emitiría un cuerpo negro calentado a una temperatura determinada. Por este motivo esta temperatura de color se expresa en kelvin, a pesar de no reflejar expresamente una medida de temperatura, por ser la misma solo una medida relativa.
Pero en realidad, ¿para qué me sirve todo esto de la temperatura de color?….
Cuando vamos a tomar una foto, es una buena cosa tener una referencia clara de lo que es blanco exacto. Un práctica para tener esa referencia es usar cartas de color como el de la imagen de más arriba, haciendo una foto en la que salga la carta con las condiciones de luz en las que vamos a trabajar, tendremos esa referencia.
Luego a la hora de editar la foto, con el Camera RAW por ejemplo, con la herramienta cuenta gotas de balance de blancos, podremos especificarle a photoshop lo que es realmente blanco. Al hacer click en una zona gris clara, o que debería de ser gris claro, la aplicación lo que hace es restar o sumar a los tres valores de RGB de ese punto la cantidad necesaria para que queden con el mismo nivel. Si el punto seleccionado tiene por ejemplo R=249 G=250 B=201, al seleccionarlo para ajustar el balance de blancos, lo que hará es aplicar la siguiente suma a todos los puntos de la imagen: R=+1, G=0, B=+49.
Pero, ¿esto sirve para algo?….. Pues la verdad que en contadas ocasiones, por ejemplo para hacer un catálogo de ropa o bien fotografiar obras de arte, ahí la fidelidad de color es fundamental:
En la imagen superior, la fidelidad de color fue necesaria. El Blanco del vestido de novia es fundamental.
En esta última, la temperatura de color no importa, se trata de lograr la imagen más impactante y por lo tanto la temperatura de color se ajustará mediante el balance de blancos a nuestro gusto.
Otra cosa a tener en cuenta, es que aunque nuestra imagen esté perfecta de balance de blancos, a la hora de verla en una pantalla o bien pasarla a papel, lo más seguro que se pueda “desbalancear”, ya que no suele ser habitual tener una pantalla calibrada en cuando a colores, es más, lo normal es que tengan una temperatura de color alta para dar sensación de más calidad de imagen, por lo que nuestra imagen perfectamente balanceada se verá más cálida, llegando incluso a apreciarse zonas de blancos quemadas cuando en realidad no lo están en el archivo JPG.
En las copias en papel, salvo servicios fotográficos profesionales, suele ser habitual que cambien colores de la foto, generalmente para lograr resultados más impactantes en fotos tomadas con cámaras estándar, que lo que va a producir en un archivo tratado de forma profesional, es que se vea mal, casi siempre muy cargado de rojos y por lo tanto nuestra calibración de balance de blancos se habrá perdido..
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